Hay niños que rechazan algunas texturas. Esto le pasaba a Simón cuando era un poco más pequeño. Por eso, no había manera de que jugara con la plastilina tradicional, a pesar de que se lo aconsejaban mucho para fortalecer la pinza de los dedos.
Buscando buscando, descubrimos la “foam play” o, como nosotros la llamamos, “plastilina de bolitas”.
Tiene una textura peculiar que a nuestros niños les ha atraído mucho siempre. Además, las bolitas no se pegan a los objetos y no se queda todo el suelo lleno de trocitos machacados :). Existe una gran variedad de colores de foam play.
Descubrirla fue una experiencia muy positiva para fomentar la motricidad fina en nuestro peque.
Además, rara es la semana en la que alguno de los dos no nos pide insistentemente: “¡¡plasti de bolitaaaaas!!” 🙂
Más plastilina de bolitas
Te proponemos un kit inicial, pero puedes encontrar mucho más aquí