Hoy os presentamos este cacharrito de clavos pequeños tan ingenioso.
Es un chisme muy bueno para la estimulación del sentido del tacto y hay niños a los que le relaja mucho. Cuando era un poco más pequeño, le servía a Simón como motivación para sentarse en el wc.
Te lo pones sobre la mano, el dedo… y los pinchitos caen solos y se adaptan a la forma que hay debajo. Simón ha llegado a decir que era su juguete favorito (aunque es cierto que Simón es muy agradecido, todos los juguetes le encantantan y casi siempre el juguete que tiene entre manos en ese momento es su favorito… 😉 )
Personalmente, he de confesar que a Salva y a mí también nos encanta toquetear el juguete este durante un buen rato 😳