A nuestros peques, como supongo que a casi todos los peques, no les gusta nada de nada dormir totalmente a oscuras.
Ya tenían la típica lucecita de enchufe. Pero un día encontramos esta lámpara cohete y nos pareció chulísima.
Ahora la tienen en su cabecero de cama y es muy práctica porque se apaga sóla. Cuando está encendida, proyecta una luz muy agradable y relajante tipo fondo marino gracias a las purpurinitas que lleva dentro flotando. Además, cambia de color.
¡Qué sueñecito da la lámpara cohete 🙂 !
Parece mentira que una lámpara tan pequeñita pueda crear un efecto tan grande.